Monday, July 30, 2012

Parafraseando a Bosch: La Democracia de Leonel Fernández


“La perversión y la corrupción se disfrazan casi siempre de ambigüedad; por eso la ambigüedad no me gusta, ni confío en ella"

John Wayne (1907-1979) Actor Estadounidense

A poco menos de tres semanas para transferir la Presidencia a uno de sus colegas de partido, Leonel  Fernández ofreció el pasado viernes un suculento almuerzo a una parte de sus asalariados, los periodistas, en el Salón Verde del Palacio Nacional.

Durante el acto aprovechó para burlarse por enésima vez de los dominicanos al afirmar que “durante sus gestiones gubernamentales la democracia en la República Dominicana se ha fortalecido” y sostuvo que “no habríamos podido lograrlo si no fuera por la comprensión de ustedes, los periodistas”.

Al final del acto, Fernández recibió una placa de reconocimiento de esos periodistas “por sus aportes a la libertad de expresión y difusión del pensamiento en el país”.

Con su acostumbrado cinismo, Fernández también dijo que sus gobiernos han hecho que el país cuente con “mejores condiciones de respeto a los ciudadanos, creando el camino del crecimiento, prosperidad y bienestar”.

En razón de que en mi artículo “¿Existe Democracia en la República Dominicana?” analizo ese tema con cierta profundidad, no voy a repetir aquí lo que escribí en mi Blog el lunes, 12 de julio del 2010. Más bien voy a dejar que sea el mismo Juan Bosch, el maestro traicionado por sus discípulos del PLD, quien responda los comentarios de Fernández  y nos diga cuál era su visión de la democracia y la estrecha relación que ésta tiene con los derechos que nuestra constitución consagra en beneficio del pueblo.

Para esos fines, y aunque Bosch se refirió a distintos aspectos de la democracia en varios de sus libros, me circunscribiré a continuación a algunas de las ideas que expresó en su libro “Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana”, publicado en 1964, hace ya 48 años:

“Si a veces dudo acerca de la capacidad de la gente para comprender lo que es democracia, con más frecuencia me digo que cierta gente actúa de forma verdaderamente irresponsable, pues quienes tienen funciones de [gobernantes y] orientadores de la comunidad (periodistas, sacerdotes y profesores) no pueden ni deben ignorar algo tan importante para la sociedad humana como es todo lo que se refiere a su organización política; es decir, de saber a fondo y en detalle qué es y cómo funciona la democracia. El [gobernante], periodista, sacerdote o profesor que no sabe [o pretende no saber] qué es la democracia y cómo funciona, está sembrando la semilla de la tiranía y de la explotación del pueblo”.

Parece que, anticipando  que sus discípulos del PLD harían caso omiso a sus enseñanzas, Bosch escribió: “La política es una función de servicio y por tanto eminentemente moral. La atmósfera turbia del engaño, de la doblez y de la falta de lealtad a todo principio [ha sido] habitual en la mayoría de los gobernantes [dominicanos]. Para esa clase de gente el pueblo no cuenta. Una democracia honesta, digna, sobria, es lo menos que merece el pueblo; si no se le ha dado, no hay esperanzas democráticas en el porvenir dominicano”.

Describiendo a los altos dirigentes del PLD escribió: “El orden político en que vive una sociedad es tan importante para cada miembro de esa sociedad como el aire que respira, pero muy a menudo [algunos dirigentes políticos] simula(n) ignorar qué es y cómo funciona la democracia, porque a la sombra de esa supuesta ignorancia se obtienen ventajas, se aseguran privilegios, se conquistan posiciones y se le cierran los ojos al pueblo para despojarlo con relativa facilidad”.

“La democracia es un régimen político que se fundamenta en la voluntad de todos los sectores sociales y de todos los individuos que tienen alguna responsabilidad que cumplir como ciudadanos. Si falta esa voluntad [y no se cumple con esa responsabilidad] la democracia no puede sostenerse”. De ahí que haya sido tan difícil instaurar una verdadera democracia en la República Dominicana.

Bosch parece haber previsto la forma en la cual gobernaría Leonel Fernández, pues sobre esto afirmó: “Sobre la injusticia, la explotación, la ignorancia y el abuso no puede edificarse ni mantenerse una República de hombres y mujeres libres.  El desarrollo de la sociedad dominicana ha sido sistemáticamente obstaculizado por fuerzas opuestas a su progreso y por eso la democracia es también intrínsecamente débil y no puede hacer frente a sus enemigos tradicionales”.

“Para establecer un sistema democrático no hay sino una base firme: el reconocimiento de que la voluntad del pueblo es sagrada y sólo de ella debe partir la autoridad democrática. [Ninguna democracia sobrevive en base a otorgar subsidios a los pobres], pues “ningún pueblo se salva con dádivas”. Eso es precisamente lo que distintos gobiernos, especialmente los de Fernández, han propiciado: un pueblo de indigentes que sobrevive y agoniza con las migajas que el Gobierno deja caer de su mesa.

“Hay funcionarios [y congresistas] dominicanos que devengan sueldos mensuales de [miles de dólares] y eso es un crimen en un país donde mucha gente se muere literalmente de hambre. [Eso no puede ser democracia].  Un país que salió de una tiranía tan larga y despiadada como la de Trujillo [y que posteriormente ha enfrentado hasta nuestros días el infortunio de gobiernos corruptos e ineficaces] no puede estar política ni moralmente sano.”

En 1963 Bosch dio un ejemplo de lo que debía ser democracia. Su principal discípulo, Leonel Fernández, en cambio, ha conculcado el derecho de sus conciudadanos de vivir en democracia, convirtiéndola en un sistema político corrupto, electorero  y clientelar que pone de rodillas a los pobres y que se burla de una clase media desleal, apática y pusilánime que parece estar convencida de que democracia es lo mismo que libertad de expresión.

Nuestro sistema político es, supuestamente, de democracia representativa; una “democracia” en la cual la mayoría de los dominicanos  ni siquiera conoce el nombre de su representante en el congreso y ese representante ni siquiera se interesa en conocer ni recibir a los miembros de la comunidad que representa, sino que entiende que ha llegado a esa posición para enriquecerse apropiándose de los fondos públicos y para disponer libremente de ellos, mientras que quien ejerce el Poder Ejecutivo no tiene ningún interés de servirle al pueblo, sino en servirse a sí mismo y a la corte que lo rodea, todo ello bajo la mirada cómplice de un Poder Judicial que se subordina a los intereses del Presidente y del mejor postor; es decir, todo lo contrario a la visión democrática de Bosch.

Si así funcionan los tres poderes del Estado, ¿Cómo puede haber democracia y progreso en nuestro país? ¿Cómo puede ser auspicioso el porvenir  político, social y económico de la República Dominicana?

Si  el lector desea revisar el artículo que escribí en julio del 2010 sobre si existe democracia o no en nuestro país, sólo tiene que dar un clic en el siguiente link:
http://eddyenriqueleyba.blogspot.com/2010/07/existe-democracia-en-la-republica.html

Friday, July 13, 2012

Parafraseando a Bosch: La Amputación del Porvenir Dominicano a Consecuencia de Haití


La invasión cultural, indiscutiblemente enajenante, realizada discreta o abiertamente, es siempre una violencia en cuanto violenta al ser de la cultura invadida, que o se ve amenazada o definitivamente pierde su originalidad”.

Paulo Freire (1921-1997), Educador Brasileño

La República Dominicana es una nación que ha enfrentado durante muchos años problemas abrumadores que la mantienen sumida en un profundo abismo de atraso e ignorancia. A ello se debe que nos encontremos siempre en los últimos lugares entre los países cuyos indicadores económicos y sociales se estudian a nivel mundial. 

Los principales problemas a los que me refiero son los siguientes: la enorme y creciente inmigración haitiana; los elevadísimos niveles de endeudamiento público y del déficit cuasi-fiscal; la corrupción rampante en el sector público y en gran parte del sector privado; los ineficaces sistemas de educación y salud; la inseguridad ciudadana; la escandalosa pobreza de más de un 40% de la población; la falta de consciencia ciudadana; la degradación moral de los dominicanos y su falta de respeto a las leyes, normas y regulaciones; el narcotráfico y el lavado de dinero; el precario suministro de energía eléctrica y de agua potable; el inadecuado manejo de la basura; las pésimas condiciones de las calles en las ciudades del país y de los sistemas de drenaje pluvial y alcantarillado; el caos del tránsito; el alto nivel de desempleo, especialmente en el segmento de la juventud; la deslealtad de la clase media consigo misma y con las demás clases sociales; la falta de patriotismo de la mayoría de los dominicanos y la ausencia de arraigo a la tierra que los vio nacer; la violencia intra-familiar; la podredumbre e incompetencia de la justicia; la falta de transparencia y de institucionalidad en la administración pública; la ineficiencia de la mayoría de las dependencias oficiales; la transformación de la policía nacional en una madriguera de delincuentes y asesinos; la permanencia de las estructuras Trujillistas en el sistema político y social, aun cuando han transcurrido ya 51 años de la muerte del tirano; la vergüenza que constituye un congreso nacional que no sirve a su país, sino que se sirve a sí mismo y a sus jefes políticos; gobernantes que nunca cumplen con sus deberes fundamentales; y ventorrillos políticos llenos de tránsfugas, facinerosos y perversos; entre otros. Algunos de estos problemas son irreversibles, pues no tienen soluciones viables; otros son muy difíciles de resolver, por lo menos no lo serán en el corto o en el mediano plazo; y otros no se resolverán porque no hay la suficiente voluntad política para ello o porque no existe la debida consciencia en los ciudadanos.

Sin embargo, el más grave de todos estos problemas es, a mi juicio, la enorme y creciente inmigración haitiana.

Juan Bosch lo vio claramente en 1964 cuando escribió: “La presencia de Haití en la parte occidental de la Isla Española equivalió a una amputación del porvenir dominicano. Los dominicanos sabemos que a causa de que Haití está ahí, en la misma isla que nosotros, no podremos desarrollar nunca nuestras facultades a plena capacidad; sabemos que un día u otro, de manera inevitable, Haití irá a dar a un nivel al cual viene arrastrándonos desde que hizo su revolución”

La incontrolable y progresiva inmigración haitiana es el resultado directo de la corrupción y  negligencia de nuestras fuerzas armadas, del Presidente de la República y  de ciertos empresarios, políticos y funcionarios públicos, así como de la falta deliberada de políticas específicas para el desarrollo de las actividades productivas y comerciales de los pueblos fronterizos por parte de las autoridades. Estos hechos nos están empujando, acelerada e irremediablemente, hacia la pérdida de nuestra identidad nacional y, eventualmente, de nuestra nacionalidad, con todo lo que eso conlleva. Pero eso es algo que se ve venir desde hace tiempo. Los que han tenido la responsabilidad de evitarlo, sobre todo en el caso de las autoridades más recientes, nunca lo han hecho ni han deseado hacerlo.  El que no existan planes concretos para resolver esa situación, sino todo lo contrario, se evidencia por el hecho de que ninguno de los candidatos de los dos partidos mayoritarios se refirió nunca a ese tema de vital importancia para nuestro país durante la pasada contienda electoral. Y es por eso que más temprano que tarde seremos conducidos, con el consentimiento que otorga nuestra absoluta indiferencia y cobardía, a la ruina social, cultural y económica de la fusión total con Haití. Entonces será el llanto y el crujir de dientes.

Monday, July 09, 2012

Parafraseando a Bosch: La Mentalidad de las Grandes Masas Dominicanas


Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente”.

Franklin D. Roosevelt (1882-1945) Político estadounidense.

Nos encontramos de lleno en pleno Siglo 21 y todavía las grandes masas dominicanas no tienen la más mínima idea de lo que es la justicia social; no tienen idea de lo que es un gobierno, ni para qué sirve, ni cuáles son sus responsabilidades básicas; no tienen idea de las razones por las cuales pasan hambre, sufren enfermedades y son ignorantes; no tienen idea de que los males del país no son originados por el sistema, sino por los hombres del sistema; no tienen idea de que los "programas sociales" las han convertido en mendigos y esclavos; no tienen idea del abuso a que son sometidas por los gobernantes de turno, por la oligarquía criolla y por sus cómplices; no tienen idea de que en la República Dominicana no existe democracia, sino una caricatura de ella y, por tanto, no pueden ni podrán tener acceso a sus grandes beneficios mientras permanezcan embrutecidas por la retórica sin verdadero contenido de los políticos dominicanos.