Wednesday, March 30, 2011

La Reelección del Presidente Fernández


“Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de sus gobernantes pide una reflexión profunda”.

Joseph Joubert (1754-1824) Moralista y Ensayista Francés

Está harto demostrado que es muy fácil engañar al pueblo dominicano.

Con recursos provenientes de los impuestos que pagamos, nuestros "representantes" en el Congreso Nacional y varios funcionarios públicos serviles organizaron un pomposo acto, como en los mejores tiempos de la dictadura de Trujillo, para rogarle a Leonel Fernández que viole la Constitución aprobada recientemente y opte por una nueva reelección. Para ello le entregaron al mandatario 700 volúmenes con las firmas y números de cédulas de 2,213,125 supuestos reeleccionistas, datos y cantidades que nadie ha visto y que muy pocos han cuestionado, como era de esperarse de nosotros los dominicanos.

Fernández, quien en todo momento ha tratado de simular que él nada tiene que ver con esa iniciativa de sus funcionarios y peleles del Congreso, se sintió “conmovido por el entusiasmo y la alegría” que le manifestaron los organizadores del evento y sus compañeros de partido, “porque significa, más que un testimonio de apoyo, la proclamación de una victoria electoral”, al tiempo que denominó ese acto como “democracia plebiscitaria por iniciativa popular”.

Como era de esperarse, Fernández pronunció un discurso ambiguo para no despejar la onda nebulosa de si buscará o no la reelección, aunque será inscrito como pre-candidato de su partido. En un gesto teatral de aparente desprendimiento y magnanimidad, Fernández minimizó su papel de propietario del PLD y dijo que era, más bien, un soldado de ese partido y que ponía a disposición del mismo las firmas o votos reeleccionistas, “para que el PLD decida qué será, en definitiva, el bienestar y la felicidad del pueblo dominicano”.

¡Cuánto cinismo en un solo hombre!

Fernández ha querido dedicarnos este show de las firmas porque conoce, como Balaguer, la idiosincrasia de los dominicanos y nuestra debilidad por este tipo de entretenimiento. Los políticos y gobernantes han repetido estos actos muchas veces en los últimos 90 años (desde los tiempos de Horacio Vásquez), porque han comprobado nuestra predilección por el espectáculo y cuán fácil es engañar, una y otra vez, al ingenuo e ignorante pueblo dominicano.

Un simple razonamiento aritmético y logístico nos debería inducir a tener dudas de la veracidad del número de firmas obtenidas para el espectáculo.

En la República Dominicana existen hoy 6,298,593 personas con derecho al voto. Las firmas recabadas representan un 35% de ese universo. Eso significa que los funcionarios y legisladores que debían prestarse a conseguirlas tendrían que haber contado con una estructura de organización parecida a la usada en la realización del censo nacional de población, pues la obtención de más de dos millones de firmas en todas las provincias del país requiere de un esfuerzo extraordinario por parte de un numeroso cuerpo de empadronadores o recabadores de firmas que difícilmente puede permanecer en el anonimato o en secreto.

Y la realidad es que el tiempo empleado y el procedimiento utilizado para la obtención de esas firmas han sido secretos muy bien guardados.

Por otra parte, a finales del 2009 el PLD había informado que tenía un padrón electoral con 1.7 millones de personas inscritas. Debemos considerar que es poco probable que los seguidores de Danilo Medina aportaran sus firmas a una iniciativa que es contraria a los intereses de su candidato y es obvio que ese político tiene un segmento de importancia en el partido, aunque, por supuesto, nunca como Fernández, su propietario.

Eso significa que para el show del pasado domingo 27 los reeleccionistas lograron sobrepasar con creces el número total de militantes peledeístas y exceder la cifra de votos obtenidos por el PLD en su victoria electoral del 2008, un logro realmente fantástico si fuese verdad.

Sin embargo, independientemente de si la cantidad total de firmas asciende o no a 2,213,125, lo cierto es que Fernández es el líder político indiscutible del PLD y que cuenta con el apoyo irrestricto del grueso de la militancia de ese partido. Es más, no sólo ganaría las primarias del PLD, sino que si las elecciones generales fueran hoy y él fuera el candidato, no tengo la menor duda de que su victoria sería arrolladora.

Sus dos principales adversarios, un bufón disparatero y un corrupto confirmado, ahora están enfrentados por los problemas surgidos en el proceso de elección de la candidatura presidencial del PRD y por el conflicto de intereses que siempre ha caracterizado a ese partido. Ese inesperado giro de los acontecimientos podría causar una división del PRD en dos fuerzas encontradas y una posición débil para las próximas elecciones.

Pero aún cuando los esfuerzos de mediación dieran resultados positivos y se produjera la unidad de esa fuerza política, es poco lo que podrían hacer ante un adversario como Fernández, que tiene a su disposición recursos económicos casi inagotables y un poder político impresionante, con un control casi absoluto de las instituciones claves del país para garantizar su triunfo.

Ante esa coyuntura, parece obvio que la decisión de Fernández será la de satisfacer sus ansias continuistas, aún a costa de desgastar aún más su imagen política y la de su gobierno ante la imposibilidad de resolver los acuciantes problemas del país. Permitir que Danilo Medina sea el candidato del PLD, con lo cual se arriesgaría a perder vigencia y su gran peso decisorio dentro del partido en caso de que Medina ganara las elecciones generales del 2012 y logre consolidarse en el poder, no parece ser una opción viable para Fernández.

No soy analista político, ni me interesa serlo; sin embargo, para mí es evidente que todo lo que ha estado sucediendo durante largos meses en relación con la posibilidad de reelección de Fernández apunta hacia su participación como candidato por el PLD para las elecciones del próximo año, a menos que ocurran acontecimientos que lo impidan.

En adición a haber instruido o permitido a sus serviles funcionarios y peleles del Congreso, todos subalternos suyos, para que promuevan esa iniciativa, Fernández ha dado en todo este tiempo señales inequívocas de que pretende continuar en la Presidencia de la República y de que buscará la manera, por las buenas o por las malas, de dar un viso de legalidad a su decisión de lanzarse nuevamente al ruedo electoral. Si no lo hace sería una verdadera sorpresa.

Por lo anterior, considero reprochable el hecho de que reconocidos editorialistas de periódico, comentaristas, analistas y otras figuras públicas se presten también a engañar al pueblo dominicano al afirmar que Fernández no buscará la reelección, basando su juicio en la absurda teoría de “la soledad del poder”, una burla a nuestra inteligencia. En este país hay mucha gente que lo ha vendido todo, incluso su pluma y su conciencia.

Un entrañable amigo, a quien respeto y admiro, me manifestó recientemente sus dudas de que Fernández trate de reelegirse, pero que si lo hacía era lo que más le convenía al país porque terminaría destruyéndose en el poder, en vista del daño que le haría a su imagen política. Este amigo cree que lo mejor para Fernández sería retirarse ahora, dedicarse a pulir su imagen nacional e internacional y darle una oportunidad a la pésima memoria del pueblo dominicano para volver en el 2016 como el salvador de la patria, luego de que los problemas de la República Dominicana se hayan agudizado, como se espera para esa época.

Lamento disentir de ese amigo. La megalomanía de Fernández, su ego y su deseo desmedido de poder son demasiado grandes y superan su sentido común. Por eso creo que utilizará todos los medios a su alcance (los recursos de nuestros impuestos, los programas de ayuda social, su enorme poder político y su influencia sobre empresarios, juristas, medios de comunicación e instituciones) para continuar en la Presidencia, siempre y cuando no sucedan acontecimientos que le impidan hacerlo.

Lo penoso es que, cuando se analizan las distintas opciones del pueblo dominicano para las próximas elecciones, sea que vaya Fernández o Danilo Medina y uno de ellos enfrente al Bufón o al Corrupto, es muy difícil que nuestra situación como pueblo cambie, pues cualquiera de ellos nos continuará explotando inmisericordemente y no se sabe a ciencia cierta cuál de todos es peor para nuestro futuro.

El sueño de tantos dominicanos de que llegue un mesías político que traiga paz, bienestar y un manejo honesto y eficiente del gobierno luce muy remoto y utópico.

De presentarse Fernández como candidato oficial del PLD para las elecciones del 2012 y de ganarlas, como sería casi seguro, estaremos a las puertas de una nueva y férrea dictadura, una dictadura que controlará los destinos del país que canta diariamente: “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente y servil”.

¿Hay alguna esperanza de transformar este estado de cosas?

Reconozco, como lo he hecho en otros artículos, que la iglesia católica ha sido tradicionalmente cómplice de los que nos han oprimido, porque de esa forma ha sacado grandes ventajas. Es por eso que he manifestado antes que la iglesia ha traicionado al pueblo dominicano. La iglesia está supuesta a servir a los pobres y a los que sufren los embates de gobiernos opresores y que conculcan su libertad, al tiempo que debería apoyar las aspiraciones de bienestar del pueblo dominicano. Hasta ahora ha sucedido lo contrario.

Sin embargo, aunque la jerarquía católica continúa en abierto apoyo a Fernández y su gobierno, en los últimos meses varios sacerdotes católicos han levantado su voz de protesta y han criticado abiertamente la demagogia, mentiras, corrupción y violaciones a la democracia de este gobierno ... y eso es esperanzador. Espero que esa labor continúe y se intensifique, pues no veo que ningún otro sector se interese en luchar ni sacrificarse por nosotros, con excepción de algunos intentos de organizaciones aisladas de la sociedad civil.

Como ciudadano, sólo espero que la iglesia católica y las instituciones de la sociedad civil puedan eventualmente encabezar un movimiento social que arranque de raíz los cimientos podridos de esta mafia política que nos ha gobernado desde la desaparición de la dictadura de Trujillo y que ha anulado la voluntad y la valentía de todo un pueblo, al tiempo que ha destruido los valores morales de los dominicanos.

No me queda otra esperanza.

4 comments:

Unknown said...

Rafael Restituyo, Juan Dolió SPM.

Estoy totalmente de acuerdo que el presidente Leonel Fernández se pueda re-postular aunque tenga que violar la constitución de la República. De hacerlo estaría aportando para un mejor país, entonces porque no. Es la única persona en la historia de la República Dominicana que ha podido de una forma democrática llevar al país a los índices que se encuentra hoy. Construcciones del Metro, hospitales, escuelas, universidades, autopistas. También nunca he visto en historia dominicana ver tantos militares cancelados, sometido a la justicia. Hay que ser poco Dominicano, poco patriota y poco humano para no agradecer los aportes que el presidente Leonel Fernández ha hecho para todo los Dominicanos. Todo aquellos verdaderos Dominicanos que no tengan intereses propio, que no estén pensando con la barriga debemos hincarnos de rodilla para pedirle al presidente Leonel Fernández que siga gobernando nuestro país.

Anonymous said...

Gracias por tan fabuloso articulo, Dr. Leyba; como siempre, diò en el blanco. En verdad es un gran patriota...y como tal escribe. Quizas lo que està sucediendo en el Medio Oriente inspire a los Dominicanos a hacer lo mismo.

MRS said...

Eddy, hay quienes dicen que el "show" aereo del fin de semana fue organizado de tal forma que coincidiera con el evento, el uno al otro o el otro al uno, como una especie de celebracion subliminal de una pseudo victoria.

Dicen que aquello costo us$1MM (RD$38MM), mucho dinero.

Las cosas no andan bien y se tornaran mucho peor.

Anonymous said...

Ya tenemos una dictadura implantada; como dicen "de mano suave", pero real y con toda la intencieon de continuar.

No soy personalmente , ni en pro, ni en contra, de las diferentes religiones. Pero si estoy completamente de acuerdo con que la Iglesia Católica tiene que actuar YA, pués todavía hay tiempo de organizar un movimiento con oportunidades de generar un cambio. En mi opinión lo primero que debe hacer la jerarquía católica es convocar a los otros grupos religiosos minoritarios y a todas las asociaciones seria de la sociedad civil. Hacerlo de una forma frontal e inequivoca.