"Como los servicios que
el Estado nos presta son una imposición, los servicios que nos exige en pago
también son una imposición, y muy apropiadamente se les llama impuestos".
Frédéric Bastiat (1801-1850), Escritor y Economista
Francés
El Director de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado
(CAASD) describió un panorama deprimente con relación al sistema sanitario al
manifestar lo siguiente:
(a) Ocho de las doce plantas para el tratamiento de aguas
residuales que tiene la CAASD están fuera de servicio;
(b) El costo de reparación fluctúa entre US$35 y
US$40 millones;
(c) Debido a la falta de infraestructura sanitaria,
el 95% de las aguas negras del Gran Santo Domingo va a los ríos, al mar o al
subsuelo, contaminando los pozos que surten de agua a una parte de la
población;
(d) Se está perdiendo el 54% de la producción total
de agua, debido a averías y fugas en redes de distribución que sobrepasan los
30 y 40 años, así como a la irracionalidad en el consumo y en el manejo del
sistema; y
(e) Se requieren más de US$1,000 millones para
resolver todos los problemas arriba descritos, pero cuya solución definitiva,
aunque los trabajos se iniciaran ahora, tomaría no menos de 20 años.
Sin embargo, la noticia aparentemente pasó desapercibida o a
todos nosotros que somos los afectados no nos preocupa en lo más mínimo y, por
tanto, lo que se ha publicado no ha tenido ni tendrá ningún impacto hasta que la
crisis que pronto tendremos encima adquiera un carácter de pánico colectivo.
No obstante lo anterior, la realidad es que la sociedad
dominicana está más que consciente de que a la CAASD se han destinado miles de
millones de pesos de nuestros impuestos y hemos apoyado que organismos
internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial,
le otorguen préstamos extraordinarios, todo ello para que el pueblo pueda
disponer de un servicio eficaz de agua potable y un sistema de alcantarillado
que evite la contaminación de los ríos y el subsuelo.
De hecho, la CAASD ha proyectado la construcción de un nuevo
acueducto, a un costo de US$300 millones, para suplir agua a los Municipios de
Santo Domingo Norte y Este. Así mismo, el BID aprobó un financiamiento de
US$612 millones para la ejecución de un Plan Maestro de Alcantarillado
Sanitario para los próximos 20 años. ¿Cuántas veces se van a financiar los
mismos trabajos? Debe ser la enésima vez que usted escucha lo mismo y, sin
embargo, continuamos teniendo los mismos problemas. ¿Se ha preguntado usted
alguna vez qué ha pasado con enorme cantidad de dinero que ha recibido la CAASD
en las últimas décadas?
Nada de lo que debe hacer la CAASD en beneficio de la
ciudadanía ha podido lograrse (lo cual es también una constante en las demás
instituciones públicas) y todos los recursos financieros que a través de todos
estos años debieron emplearse en brindar un servicio básico a la población han
ido a parar a los bolsillos de los funcionarios, a mantener una nómina
supernumeraria y repleta de incompetentes y a despilfarrarse en gastos
superfluos y en inversiones a las cuales no se les da el seguimiento y cuidado
necesarios.
Como este es un pueblo que acepta y apoya todos los
escándalos y perjuicios causados por las autoridades que ha elegido y es
incapaz de unirse para reclamar sus derechos, esperemos entonces que llegue el
desastre.
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