Wednesday, October 24, 2012

La Ignorancia Dominicana y el Aumento de Impuestos


“Nada hay más terrible que una ignorancia activa”.
Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

Aunque debemos reconocer que Leonel Fernández es un político perverso y que desprecia al pueblo dominicano, hay que reconocer que es un individuo sumamente hábil, astuto y maquiavélico. Y no lo digo sólo porque se haya quedado con una importante cuota de poder luego de haber concluido su Presidencia a mediados del pasado mes de agosto, sino porque ha sabido manipular a su antojo a los principales actores políticos actuales (Danilo Medina, Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía), al tiempo que ha salido totalmente impune de las irregularidades de sus mandatos y ha jugado con la opinión pública como le ha dado la gana.

Hay que quitarse el sombrero ante Leonel Fernández. Hizo todo lo que quiso durante los últimos ocho años, sin posibilidad aparente de que pague por sus culpas. Pero además es casi seguro que vuelva al poder en el 2016 para gobernar a un pueblo masoquista, pusilánime e ignorante, que lo ama y que es “loco con su tíguere”.

¡Caramba! Parece increíble, pero no me cabe la menor duda de que es así.

El pueblo dominicano no debería ser tan desmemoriado como para no recordar que Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado se reunieron varias veces en el 2009 y una vez por dos horas en el Edificio Diandy XVII, en una noche de abril del 2011, luego de concluidas las elecciones internas que determinaron que Hipólito Mejía iba a ser el candidato del PRD en las elecciones generales. En esas reuniones se acordaron asuntos cuyos detalles el pueblo no conoce aún porque corresponden a la estrategia política de Fernández con miras a las elecciones del 2016. Lo único visible de esas reuniones es aquel famoso “Pacto de las Corbatas Azules”, suscrito en vísperas de la reforma constitucional promulgada en enero del 2010, así como el comportamiento posterior de Vargas Maldonado que todos conocemos.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que la división del Partido Revolucionario Dominicano y la ausencia de una oposición eficaz a los desmanes del Gobierno ya estaban previstas y previamente coordinadas en las reuniones que se realizaron con Vargas Maldonado.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no deducir que la reunión de Leonel Fernández con Danilo Medina el martes 26 de junio del 2012 en el Palacio Nacional no fue para “conversar sobre la perspectiva social, económica y política de la República Dominicana, así como de la situación internacional”, sino para que Medina recibiera de Fernández las instrucciones sobre cuál debía ser su actitud y sus acciones ante el desastre fiscal que recibiría al tomar posesión de la primera magistratura. De igual manera, cuáles funcionarios del Gobierno de Fernández debían ser confirmados en sus puestos y cuál debía ser su actuación con respecto a la corrupción rampante del Gobierno que le precedió.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que la elección de Danilo Medina como Presidente y de Margarita Cedeño como Vice-Presidente se corresponde con uno de los puntos principales de la estrategia política de Leonel Fernández, quien invirtió mucho tiempo, esfuerzo y dinero del presupuesto nacional para que esa posibilidad pudiera convertirse en realidad y fuese él la figura clave detrás del poder y la principal en el PLD.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no darse cuenta de que Danilo Medina, un individuo inteligente pero sin carisma de líder, conocía bien la situación fiscal del Gobierno desde mediados del 2012 y que la conocía mucho mejor cuando tomó juramento como Presidente.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que el Gobierno de Danilo Medina nunca ha dudado en hacerle tomar al pueblo el trago amargo del aumento de impuestos, sin importar lo que piensen los distintos sectores de la vida nacional, porque eso fue lo mismo que hizo cinco veces Leonel Fernández durante su Gobierno. Es un trago amargo que el pueblo dominicano está más que acostumbrado a tomar.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no entender que el partido que fundó el Profesor Juan Bosch no es el mismo partido cuya propiedad pertenece ahora a Leonel Fernández y que el eslogan de “servir al partido para servir al pueblo” no es más que un sofisma para engañar a la gente. Es obvio que no es a un partido, sino a todo el pueblo dominicano al que deberían servir directamente las autoridades nacionales, pero ocurre que éstas y los altos dirigentes del partido se han convertido en una banda de vulgares delincuentes que se sirven del presupuesto nacional para enriquecerse ellos, sus familiares, sus compañeros y sus cómplices.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que el parche de nuevos impuestos presentado por el Gobierno de Danilo Medina se iba a imponer al país a como diera lugar, sin que hubiese un sacrificio efectivo por parte del Gobierno, del Congreso y de las instituciones públicas descentralizadas y sin que el pueblo dominicano pudiera encauzar su protesta a través de una huelga general indefinida, única forma de llevar al Gobierno a efectuar una verdadera reforma fiscal integral, la cual tiene necesariamente que contener la reestructuración, reducción y reorientación del gasto público; la eliminación del dispendio, de los barrilitos, de las nominillas, de la sobrevaluación de obras y de la duplicidad institucional; el control absoluto del endeudamiento externo; el ajuste de la tarifa eléctrica y el cobro efectivo de la energía servida a todos ciudadanos del país; la renegociación de los contratos con los generadores; la eliminación total de los subsidios; y la obligación de que el Gobierno asuma el déficit cuasi-fiscal, entre otras importantes medidas, sin las cuales pronto nos enfrentaremos a la necesidad de otra “reforma fiscal”.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que cualquier reducción que pueda producirse en el monto total del paquete impositivo que será aprobado por el Congreso, será compensada con un aumento en el financiamiento externo o interno, lo cual incrementará aún más la deuda pública, una deuda que, de una forma u otra, somos nosotros quienes la debemos pagar y que ya absorbe más del 40% del presupuesto nacional.  Esto significa que de cualquier manera es la ciudadanía la que pagará por los platos rotos por Leonel Fernández.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no comprender que el aumento de impuestos y, por tanto, de los ingresos del Gobierno, no generarán ninguna mejoría en los servicios públicos básicos o la protección social que éste debe brindar a la ciudadanía y que los nuevos recursos sólo servirán para lo que los funcionarios del Gobierno hacen muy bien: dilapidar nuestro dinero, endeudarnos cada vez más y distraer en beneficio propio una parte sustancial de esos ingresos. Tampoco significa que desaparecerá el desorden general que prevalece en el país como resultado del irrespeto total a las leyes y a las personas, la falta de autoridad y el pésimo ejemplo de las autoridades, que son los primeros en violar las leyes, ni que se superarán los graves problemas de la injusticia y exclusión social, así como los altos niveles de desempleo, la inmigración masiva de haitianos, la delincuencia y el narcotráfico.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que el aumento de impuestos, que muchos consideran necesario, no surtirá los efectos deseados y será un esfuerzo inútil si no se eliminan por completo las causas que han originado los grandes deficit fiscales en los últimos años.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que el enorme déficit fiscal del Gobierno no es consecuencia de que no paguemos suficientes impuestos, pues las recaudaciones de los últimos años han sido las más elevadas en la historia tributaria del país, sino que se ha debido a la perversidad e indolencia de un gobernante que antepuso sus intereses personales al bienestar de todo un pueblo.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no estar consciente de que, una vez que el Congreso apruebe el nuevo aumento de impuestos, la clase media será afectada negativamente  y la clase pobre se hundirá más en la miseria, aumentando el porcentaje de la población que vive en condiciones de pobreza y extrema pobreza.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que se ha mantenido aportando sumas cada vez más elevadas al erario público, sin que pueda ejercer debidamente los derechos consagrados a su favor en la Constitución de la República.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que lo que está ocurriendo hoy en el país es porque nuestro sistema político no cumple con los requisitos para que la República Dominicana sea un Estado Social y Democrático de Derecho, tal como lo consagra el Artículo 7 de su Constitución, pues no está cimentado en el respeto a la dignidad humana, en la separación e independencia de los poderes públicos y en el cumplimiento de los derechos y garantías fundamentales de los ciudadanos que se encuentran detallados en el Título II de ese “Pedazo de Papel”, que muy pocos dominicanos han leído y que los gobiernos de Leonel Fernández violaron de manera reiterada luego de éste haber hecho en tres ocasiones el juramento solemne contemplado en el Artículo 127: “Juro ante Dios y ante el pueblo, por la Patria y por mi honor, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República, proteger y defender su independencia, respetar los derechos y las  libertades de los ciudadanos y cumplir fielmente los deberes de mi cargo”.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no saber que el Consejo Económico y Social es un órgano de consulta del Poder Ejecutivo, que no tiene ninguna facultad para negociar o imponer medidas y que fue utilizado por Danilo Medina y Temístocles Montás como instrumento de conveniencia para dar al pueblo la impresión de una democracia que no existe y de que el plan para aumentar los impuestos podía variar significativamente, cuando es evidente que la intención fue siempre enviar la propuesta al Congreso para que, luego de un show de “vistas públicas”, éste la apruebe de manera expedita.

El pueblo dominicano no debería ser tan ignorante como para no reconocer que no tiene la más mínima posibilidad de impedir el próximo aumento de impuestos, ni los que le seguirán a ese, pues hace muchos años que desapareció el liderazgo político, sindical, estudiantil y militar que le permitía al pueblo unirse y protestar. Ya no existen líderes para defender a un pueblo que ha renunciado a su condición de pueblo y a su dignidad, un pueblo que parece no interesarle que lo defiendan y que está a merced de sectores que lo han traicionado, que se han vendido o dejado comprar por los políticos en el Gobierno y cuya mayoría tiene sus representantes en el Consejo Económico y Social.

Por cierto, si lo que he escrito aquí no se corresponde con la verdad, entonces el ignorante soy yo.

2 comments:

Anonymous said...

"El Pueblo" lo constituye una mezcla de individuos que se suscriben a diversas clases sociales e intereses. Pienso que muchos reconocen que el país se sigue dirigiendo hacia un sistema social nefasto, en el cual el insostenible exterminio o al menos la reducción extrema de la clase media va a ser el resultado, dejando prácticamente a dos clases en el escenario. Para solucionar un problema se necesitan dos pasos esenciales: 1) reconocer el problema; 2) implementar medidas para solucionar el problema. En la R.D. muchos analistas reconocen los problemas. De lo que carecemos son de alternativas para darles solución. El propio PLD surgió justamente así, como una propuesta de solución a los problemas. El "Pueblo" (aunque le tome tiempo), opta por soluciones una vez se le presentan alternativas. La gravedad de nuestra situación está en la carencia de las mismas, lo cual nos aboca a una futura explosión social.

Anonymous said...

Anonimous...tu dices que no hay alternativas ,pues si las hay.Ahi esta Guillermo Moreno O Minou Tavarez Mirabal ,gente probada que no robaron y fuero integros cuando estaban en el govierno .El PLD ha metido en la cabeza del pueblo ese cuento de que no hay obciones ,y el pueblo se ha tragado ese cuento .Por masoquistas estamos como estamos