"En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la
pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza."
Confucio (551 a.c. – 479 a.c.)
Filósofo ChinoSi el Presidente de los dominicanos conoce desde niño la desgarradora realidad de la pobreza que abate a tantos de sus conciudadanos y Dios le ha dado la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de los pobres, pero no hace nada en ese sentido, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que el paternalismo y el clientelismo son elementos perniciosos y que mantienen a los más pobres en un estado de postración social, pero los sigue utilizando como arma continuista durante sus períodos de gobierno, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que más de un 35% de los niños de su país se encuentran desamparados; que un gran porcentaje de ellos no asiste a las escuelas, sino que, en violación a la Constitución, el Gobierno permite que trabajen; que el dengue, la desnutrición, las inundaciones, las malas condiciones de sus barrios, la insalubridad, la droga y los abusos y el abandono de sus padres están cercenando sus posibilidades de progreso en la vida; y no muestra ninguna preocupación por esa terrible situación, ni toma ninguna acción para remediarla, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que la población sufre por falta de energía eléctrica, por problemas para tener acceso a agua potable, por acumulación de basura y por la falta de servicios públicos, y no adopta las medidas necesarias para resolver esa situación calamitosa, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que la masiva inmigración haitiana está provocando un daño casi irreversible a la República Dominicana y no hace nada para detenerla, sino que parece alentarla, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe, porque lo ha proclamado en múltiples ocasiones en foros nacionales e internacionales, que la educación es fundamental para lograr el progreso de la Nación, pero no cumple con lo dispuesto por la Constitución y se burla abiertamente de la población al indicar que no destinará más recursos a la educación “aunque el pueblo brinque y patalee”, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos tiene acceso a los resultados de los estudios del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de las Naciones Unidas que señalan a la República Dominicana como un país donde casi la mitad de su población vive en la más absoluta pobreza y como uno de los países más atrasados del mundo en educación, salud y otros indicadores sociales, mientras el Presidente insiste demagógicamente en hablar de progreso y que ese país va pa’lante, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos está consciente de la situación de pobreza y atraso económico y social que vive su país y de que el crecimiento económico de los últimos cincuenta años sólo ha beneficiado a los políticos, a los más ricos, a los narcotraficantes y a los que hacen lavado de dinero, sin que ese crecimiento se haya traducido en desarrollo económico que propicie la justicia social, la redistribución del ingreso nacional y genere beneficios para la clase media y baja, y no conforme con eso tiene el cinismo de declarar que “el país se convertirá en breve en una potencia tecnológica” y que “se está produciendo una auténtica revolución que permitirá fortalecer la posición geopolítica de la República Dominicana”, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que la política monetaria seguida por el Banco Central ha mantenido bajo control los niveles de inflación y de la tasa de cambio y logrado tasas satisfactorias de crecimiento económico, pero ha permitido que el déficit cuasi-fiscal aumente RD$89,000 millones a más de RD$200,000 millones, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que no es cierto que la capacidad de endeudamiento de los dominicanos sea ilimitada, como expresaron funcionarios y asesores del gobierno también corrupto de Hipólito Mejía, y que cada nuevo préstamo compromete a la presente y futuras generaciones, y aun así persiste en la veloz carrera de endeudamiento que ha producido un aumento impresionante en la deuda pública interna y externa en los últimos años, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que el costo de la canasta familiar básica es actualmente más de tres veces el monto del salario mínimo y cuando llega el momento de revisar los salarios de los trabajadores el aumento que se aprueba es irrisorio y los coloca en una situación cada vez más insostenible, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos contempla impasible cómo crece la violencia, la criminalidad, el narcotráfico, el luto y el dolor para una población que se siente cada día más insegura y desprotegida, al punto de que parecería que en el país no hay gobierno debido a que la estructura policial y militar establecida para brindar seguridad y protección a la ciudadanía está integrada por numerosos delincuentes que actúan a su antojo por la negligencia, incapacidad y complicidad oficial, mientras el Presidente insiste en ignorar esa situación, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos es un presidente caro, y de lujo, que no se ocupa de resolver los problemas del país, ni de comunicarse ni informar a la ciudadanía sobre aspectos importantes y sólo aparece por televisión un par de veces al año, para pronunciar un discurso contentivo de palabras que a cualquier imbécil le parecen “bonitas”, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que las instituciones de su gobierno no prestan adecuadamente los servicios que deben brindar a la ciudadanía y que, más bien, se han convertido en un obstáculo y un dolor de cabeza para todos aquellos que tienen la obligación de utilizarlas, y no hace nada para mejorar la situación, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que en su gobierno todo es un caos y un desorden y que nada funciona bien: ni los servicios públicos, ni la educación, ni la salud, ni la justicia, ni el transporte público, ni la protección y seguridad que debe brindar la policía nacional y los organismos de seguridad, ni los acueductos, ni los alcantarillados y drenajes, ni el tránsito vehicular, ni la justicia social, ni la construcción de viviendas para los pobres, ni la protección del medio ambiente, ni la seguridad social, mientras el presupuesto nacional es el mayor en toda la historia del país en términos reales y mientras la gente se pregunta hacia dónde va todo ese dinero, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos conoce perfectamente las necesidades y precariedades de su país y se encaprichó en construir un Metro a un costo elevadísimo que beneficia a un porcentaje insignificante de la población, sin la aprobación de los organismos correspondientes, sin haberla sometido a debates y ejecutándola en secreto, aumentando sustancialmente el endeudamiento interno y externo, con el agravante de está consciente de que esa obra podría ser descuidada o abandonada una vez él y su partido no estén en el poder, haciendo que esa enorme inversión se deteriore o se pierda, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos, luego de ejecutar esa obra costosísima, decide aprobar unilateralmente la construcción de una nueva ruta del Metro que eventualmente cuando se termine será más larga y más costosa que la anterior, disponiendo a su antojo de los impuestos de los contribuyentes, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos sabe que con mucha frecuencia se producen escándalos de corrupción entre funcionarios o congresistas y que lo han llegado a incluir a él mismo, así como violaciones flagrantes a la Constitución y a las leyes por parte de miembros del Gobierno y episodios graves que involucran narcotraficantes y empresarios extranjeros condenados o perseguidos por la justicia de sus países de origen y que aquí han tenido el apoyo del Gobierno y ese Presidente nunca se preocupa dar explicaciones de ello a la ciudadanía y se mantiene al margen de la Ley, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
Si el Presidente de los dominicanos encabeza un gobierno que castiga de manera continua a la población con aumentos en el costo de los servicios públicos y con mayores impuestos, mientras él, sus funcionarios y congresistas mantienen sus irritantes e injustos privilegios, sus canonjías, derroches y dispendios, ¿De qué le sirve ese Presidente a su país?
¿De qué le sirve a la República Dominicana un Presidente que adopta siempre la actitud de hacerse el ciego o el sordo o el mudo o las tres cosas a la vez?
¿No será acaso que los dominicanos a quienes ese presidente gobierna se merecen todo eso, y más aún, por ser tan apáticos, pusilánimes y, hasta cierto punto, masoquistas?
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